Por Braian David para concienciahoy.com 
*Colaboración de Oscar Lalanne

Durante la vida nos preocupamos por cosas que creemos que no se realizan, porque los demás no nos escuchan o no entienden.

Pedimos una determinada tarea, ofrecemos algo, pero no obtenemos lo que esperábamos.

Entonces, hay algo que está fallando en la manera en que nos comunicamos con las personas. Por eso, hay que saber en qué están centrados nuestros pedidos, ofertas y promesas.

¿Qué es una Oferta?

Una oferta (término que deriva del latín «offerre») es una propuesta que se realiza con la promesa de ejecutar o dar algo. La persona que anuncia una oferta está informando sus intenciones de entregar un objeto o de concretar una acción, en general a cambio de algo o, al menos, con el propósito de que el otro lo acepte. Por ejemplo: “Mi jefe me hizo una oferta que no pude rechazar: el doble de sueldo a cambio de aceptar la gerencia regional”, “La oferta del grupo inversor fue de 25 millones de dólares por el jugador”.

Las ofertas tienen características similares a los pedidos, pero en forma inversa, es decir, se hacen cargo de las «necesidades» de los demás, posibilidades que brindo a otras personas.
Cuando la oferta es clara, la coordinación de acciones se desarrolla de manera más dinámica consiguiendo resultados sin precedentes.

¿Qué es un pedido?

Es la acción en busca de un objetivo. Por ejemplo: solicitar un libro, un archivo por e-mail o un delivery.

Un pedido representa una necesidad propia. Para hacerlo, primero debo detectar cuales son mis exigencias y chequear previamente mis palabras, con el fin de generar el pedido apropiado.

Sin embargo ante un pedido existen varias respuestas posibles:

  • Si
  • No
  • Renegociar

 

Pero… ¿Qué no es un pedido?

Una queja, una exigencia.

Cuando hacemos un pedido sin darle posibilidades a la otra persona de responder, lo que en realidad hacemos es exigir o dar una orden. Orden y exigencia no son sinónimos de pedir.

Claves para pedir:

  • Escuchar mis propias necesidades
  • Generar un contexto adecuado para la aceptación del pedido
  • Adecuar el pedido flexiblemente a las habilidades de la otra persona
  • Efectuar pedidos comprometidos que inventen nuevas posibilidades, que creen y enriquezcan nuevas relaciones
  • Realizar pedidos claros que no dependan de la “escucha” del otro
  • Transformar las quejas en pedidos concretos

Muchas veces los pedidos que hacemos no tienen en cuenta ciertas variables al momento de efectuar un pedido. Implica claridad, coherencia y precisión para obtener lo que queremos, y en el momento adecuado. Y así, obtener de los demás la respuesta y la acción deseada.

Lo que puede ser una necesidad para uno, no siempre lo será para el otro.

Por ejemplo si un jefe dice:

– ¿Me lo podés preparar lo más pronto posible?-

Y el empleado responde:

– Ya veremos/ voy a hacer lo que pueda.-

¿Esa respuesta es un hecho? ¿Cuándo es «ya veremos»?

Allí se ve que el pedido debe tener un estándar para comunicar lo que exige. Tal vez, para el jefe, «lo más pronto» es el martes y para el empleado significa viernes. Sólo cuando hacemos pedidos y del otro lado contestan que si o que no, podemos negociar que, si lo aceptan, es una promesa.

¿Qué es prometer?

Una promesa es la expresión de la voluntad de hacer algo por alguien, o de cumplir con un cierto favor en caso de conseguir algún logro. Puede entenderse como un acuerdo entre dos partes a través del cual, una de ellas se compromete a realizar algo ante el cumplimiento de una condición, o el vencimiento de un plazo.

Prometer comprende dos eslabones:

  • Uno lingüístico, por ejemplo:

A – Vamos a ver una película?

B- Si.

Con el «si» prometemos nuestra presencia.

  • El otro eslabón es concretar un hecho. Por ejemplo:

A- Buscame en el gimnasio.-

B- ¿Cuándo? –

A- Mañana a las 9. –

B- Ok a las 9 estoy.-

En este caso, el pedido se convierte en promesa. Habría que esperar a «mañana» y ver qué tan comprometida esta la persona que prometió estar en el gimnasio.

Prometer es el acto lingüístico a través del cual nos comprometemos a realizar una acción en el futuro. Por eso la capacidad que tenemos de cumplirlas, nos transforma en seres responsables de nuestras palabras.

Las promesas son Compromisos que asumimos.
Son Ofertas o Pedidos + Si

Al momento de dar un Sí como respuesta nos estamos comprometiendo con el resultado del pedido.

Son las promesas que cumplimos y las que no cumplimos las que nos convierten en la persona que somos.

El círculo de la promesa termina con la satisfacción de aquella persona que hizo el pedido o la oferta, y no cuando se produce el hecho. Cuando los pedidos ofertas y promesas trabajan en conjunto las llamamos «coordinación de acciones», cuando suceden, empezamos a crear un nuevo mundo. Así es como las declaraciones se transforman en hechos concretos, creamos compromisos y los hechos ocurren, las promesas se cumplen y los sueños se vuelven realidad.