La Programación Neurolingüística es un modelo de comunicación que se centra en identificar y usar modelos de pensamiento que influyan sobre el comportamiento de una persona para mejorar la calidad y la efectividad de la vida.

Un problema del PNL es la naturaleza de su nombre, ya que cuando se menciona el término Programación Neurolingüística, la reacción suele ser un poco negativa. Stephen Briers (2012), dice que la PNL no es realmente un tratamiento coherente, sino «una mezcolanza de diferentes técnicas sin base teórica muy clara».

¿En qué se centra el modelo de la Programación Neurolingüística?

El mundo se experimenta por medio de cinco sentidos: vista, oído, tacto, olfato y gusto. Mucha información viene hacía nosotros continuamente; consciente e inconscientemente eliminamos aquello a lo que no queremos prestar atención. Nos dicen que la información restante se basa en nuestras experiencias, valores y creencias pasadas. Nos quedamos con algo incompleto e inexacto, ya que parte de la información general y el resto ha sido distorsionado.

¿En qué se basa la PNL?

Lo más importante para tener una visión sobre lo que es la Programación Neurolingüística es saber que se basa en cuatro aspectos fundamentales (o los “cuatro pilares”, según Steve Bavister y Amanda Vickers):

  1. Resultados

Para conseguir algo, hablamos de objetivos. Si hay una concentración previa en lo que se quiere conseguir, habrá una guía que orientará todos los recursos disponibles de esa persona a la consecución de un objetivo.

  1. Agudeza sensorial

La agudeza sensorial se refiere a la capacidad de observar o detectar pequeños detalles para ser conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor. La gente varía mucho a la hora de darse cuenta de lo que ve, escucha o siente. Hay personas que se dedican a observar más su entorno, mientras que otras se fijan más en sus propias emociones y pensamientos.

  1. Flexibilidad en el comportamiento

Cuando empiezas a saber cuáles son tus resultados y utilizas tu agudeza sensorial para observar lo que está sucediendo, la información que obtienes te permite realizar ajustes en tu comportamiento, si es necesario. Si los actos que realizas no te llevan por la dirección que deseas, es evidente que deberías intentar tomar otro camino o probar algo diferente.

  1. Compenetración

La compenetración se podría considerar como aquel componente que une a la gente y para obtener relaciones más eficaces. La mayoría de las veces ocurre de manera natural, automáticamente, instintivamente. Algunas personas que conocemos parece que comparten nuestra perspectiva vital, mientras que hay otras personas con las que no conectamos.

La vida, la mente y el cuerpo

La mente y el cuerpo se consideran como un único sistema, cada uno influenciando directamente al otro. Por ejemplo, lo que ocurre en el interior de tu cuerpo afecta a los pensamientos y afectará a las personas de tu alrededor.

No puedes dejar de comunicarte

El mensaje que intentamos transmitir no siempre es el que los demás reciben. Por lo tanto, debemos estar pendientes de las reacciones de los demás para ver si nuestro mensaje ha tenido éxito.

Debajo de cada comportamiento existe una intención positiva

En una adicción o un mal comportamiento siempre hay una intención positiva, por tanto encontrando la raíz de ese problema y exteriorizando la intención positiva, se puede pasar de fumar durante 15 años a no tener esa necesidad. Si intentas una manera de abordar un problema y no obtienes los resultados que esperabas, intenta algo diferente, y sigue variando tu comportamiento hasta que consigas la respuesta que estabas buscando.

Existe en la PNL, el proceso de modelar la excelencia. Si quieres que te publiquen un articulo, por ejemplo, podrías fijarte en alguien que sea brillante escribiendo e imitar la manera en que lo hace.

Es fácil que el concepto de Programación Neurolingüística genere confusión. ¿En qué se fundamenta? ¿Cuándo se aplica? por eso es importante remarcar algunas ideas clave para saber qué es la PNL y seguir avanzando en la vida.

 

 

 

Fuente: Psicología y Mente por Beatriz Durán